Publicado en 2º Bachillerato, Literatura, Literatura hispanoamericana, Literatura siglo XX, Poesía

TEMA 13. POESÍA HISPANOAMERICANA DEL SIGLO XX (César Vallejo, Octavio Paz, Pablo Neruda…)

TEXTOS PARA EL COMENTARIO

Texto A: Pablo Neruda, «Walking around», Residencia en la tierra (1935)

Sucede que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
navegando en un agua de origen y ceniza.

El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.

Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.

Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío.

No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tripas mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.

No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena.

Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.

Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas.

Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejos
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.

Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,
con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran
lentas lágrimas sucias.

«Walking around», leído por Ismael Serrano

«Sucede«, Extremoduro (Agila, 2002). Letra de la canción.

Texto B: Alfonsina Storni, «Vida» (1935)

Mis nervios están locos, en las venas
la sangre hierve, líquido de fuego
salta a mis labios donde finge luego
la alegría de todas las verbenas.

Tengo deseos de reír; las penas
que de donar a voluntad no alego,
hoy conmigo no juegan y yo juego
con la tristeza azul de que están llenas.

El mundo late; toda su armonía
la siento tan vibrante que hago mía
cuando escancio en su trova de hechicera.

Es que abrí la ventana hace un momento
y en las alas finísimas del viento
me ha traído su sol la primavera.

«Alfonsina y el mar», interpretada por Amaia.

Texto C: Mario Benedetti, «No te salves», Poemas de otros (1974)

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

Escucha «No te salves» en la voz de Mario Benedetti.

Texto D: Mario Benedetti, «Táctica y estrategia», Poemas de otros (1974)

Mi táctica es

mirarte

aprender como sos

quererte como sos

mi táctica es

hablarte

y escucharte

construir con palabras

un puente indestructible

mi táctica es

quedarme en tu recuerdo

no sé cómo ni sé

con qué pretexto

pero quedarme en vos

mi táctica es

ser franco

y saber que sos franca

y que no nos vendamos

simulacros

para que entre los dos

no haya telón

ni abismos

mi estrategia es

en cambio

más profunda y más

simple

mi estrategia es

que un día cualquiera

no sé cómo ni sé

con qué pretexto

por fin me necesites.

Escucha «Táctica y estrategia» en la voz de Mario Benedetti.

Publicado en 2º Bachillerato, Literatura, Literatura hispanoamericana, Literatura siglo XX, Narrativa

TEMA 12. NOVELA HISPANOAMERICANA DEL SIGLO XX (Borges, Asturias, Carpentier, Rulfo, Cortázar,García Márquez, Vargas Llosa…)

TEXTOS PARA EL COMENTARIO

Texto A: Jorge Luis Borges, «La biblioteca de Babel» (fragmentos)

El universo (que otros llaman la Biblioteca) se componte de un número indefinido, y tal vez infinito, de galerías hexagonales, con vastos pozos de ventilación en el medio, cercados por barandas bajísimas. Desde cualquier hexágono se ven los pisos inferiores y superiores: interminablemente. La distribución de las galerías es invariable. Veinte anaqueles, a cinco largos anaqueles por lado, cubren todos los lados menos dos; su altura, que es la de los pisos, excede apenas la de un bibliotecario normal. Una de las caras libres da a un angosto zaguán, que desemboca en otra galería, idéntica a la primera y a todas. A izquierda y a derecha del zaguán hay dos gabinetes minúsculos. Uno permite dormir de pie; otro, satisfacer las necesidades finales. Por ahí pasa la escalera espiral, que se abisma y se eleva hacia lo remoto. En el zaguán hay un espejo, que fielmente duplica las apariencias. Los hombres suelen inferir de ese espejo que la Biblioteca no es infinita (si lo fuera realmente ¿a qué esa duplicación ilusoria?); yo prefiero soñar que las superficies bruñidas figuran y prometen el infinito… La luz procede de unas frutas esféricas que llevan el nombre de lámparas. Hay dos en cada hexágono: transversales. La luz que emiten es insuficiente, incesante. (…)

La escritura metódica me distrae de la presente condición de los hombres. La certidumbre de que todo está escrito nos anula o nos afantasma. Yo conozco distritos en que los jóvenes se prosternan ante los libros y besan con barbarie las páginas, pero no saben descifrar una sola letra. Las epidemias, las discordias heréticas, las peregrinaciones que inevitablemente degeneran en bandolerismo, han diezmado la población. Creo haber mencionado los suicidios, cada año más frecuentes. Quizá me engañen la vejez y el temor, pero sospecho que la especie humana – la única – está por extinguirse y que la Biblioteca perdurará: iluminada, solitaria, infinita, perfectamente inmóvil, armada de volúmenes preciosos, inútil, incorruptible, secreta.

Acabo de escribir infinita. No he interpolado ese adjetivo por una costumbre retórica; digo que no es ilógico pensar que el mundo es infinito. Quienes lo juzgan limitado, postulan que en lugares remotos los corredores y escaleras y hexágonos pueden inconcebiblemente cesar, lo cual es absurdo. Quienes la imaginan sin límites, olvidan que los tiene el número posible de libros. Yo me atrevo a insinuar esta solución del antiguo problema: La biblioteca es ilimitada y periódica. Si un eterno viajero la atravesara en cualquier dirección, comprobaría al cabo de los siglos que los mismos volúmenes se repiten en el mismo desorden (que, repetido, sería un orden: el Orden). Mi soledad se alegra con esa elegante esperanza.

Texto B: Mario Benedetti, «El niño Cinco Mil Millones»

En un día del año 1987 nació el niño Cinco Mil Millones. Vino sin etiqueta, así que podía ser negro, blanco, amarillo, etc. Muchos países, en ese día eligieron al azar un niño Cinco Mil Millones para homenajearlo y hasta para filmarlo y grabar su primer llanto.

Sin embargo, el verdadero niño Cinco Mil Millones no fue homenajeado ni filmado ni acaso tuvo energías para su primer llanto. Mucho antes de nacer ya tenía hambre. Un hambre atroz. Un hambre vieja. Cuando por fin movió sus dedos, éstos tocaron tierra seca. Cuarteada y seca. Tierra con grietas y esqueletos de perros o de camellos o de vacas. También con el esqueleto del niño 4.999.999.999.

El verdadero niño Cinco Mil Millones tenía hambre y sed, pero su madre tenía más hambre y más sed y sus pechos oscuros eran como tierra exahusta. Junto a ella, el abuelo del niño tenía hambre y sed más antiguas aún y ya no encontraba en si mismo ganas de pensar o creer.

Una semana después el niño Cinco Mil Millones era un minúsculo esqueleto y en consecuencia disminuyó en algo el horrible riesgo de que el planeta llegara a estar superpoblado.

Texto C: Julio Cortázar, Rayuela (1963) (fragmentos)

Capítulo 68

Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente sus orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, la esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpasmo en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentían balpamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.

Capítulo 7

Toco tu boca, con un dedo todo el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos, donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

Publicado en 2º Bachillerato, Literatura, Literatura siglo XX, Poesía

TEMA 5. El grupo poético del 27 (Salinas, Guillén, Diego, Aleixandre, Alonso, Lorca, Alberti, Cernuda y M. Hernández)

Te quiero

Te lo he dicho con el viento,

jugueteando como animalillo en la arena

o iracundo como órgano impetuoso;

Te lo he dicho con el sol,

que dora desnudos cuerpos juveniles

y sonríe en todas las cosas inocentes;

Te lo he dicho con las nubes,

frentes melancólicas que sostienen el cielo,

tristezas fugitivas;

Te lo he dicho con las plantas,

leves criaturas transparentes

que se cubren de rubor repentino;

Te lo he dicho con el agua,

vida luminosa que vela un fondo de sombra;

te lo he dicho con el miedo,

te lo he dicho con la alegría,

con el hastío, con las terribles palabras.

Pero así no me basta:

más allá de la vida,

quiero decírtelo con la muerte;

más allá del amor,

quiero decírtelo con el olvido.

                   Luis Cernuda, Los placeres prohibidos (1931)

Lee el poema Je te l’ai dit pour les nuages de Paul Éluard y comenta las semejanzas. Puedes escucharlo en la voz de Serge Reggiani:

¿Recuerdas algún poema del Siglo de Oro en el que los versos de Cernuda puedan haberse inspirado? Pincha aquí para leerlo.

Pedro Salinas es otro de los grandes «poetas del amor» del grupo del 27. Lee los textos que se proponen a continuación.

¡Si me llamaras, sí;

si me llamaras!

Lo dejaría todo,

todo lo tiraría;

los precios, los catálogos,

el azul del océano en los mapas,

los días y sus noches,

los telegramas viejos

y un amor.

Tú que no eres mi amor,

¡si me llamaras!

Y aún espero tu voz:

telescopios abajo,

desde la estrella,

por espejos, por túneles,

por los años bisiestos

puede venir. No sé por dónde.

Desde el prodigio, siempre.

Porque si tú me llamas

-¡si me llamaras, sí; si me llamaras!-

será desde un milagro,

incógnito, sin verlo.

Nunca desde los labios que te beso,

nunca

desde la voz que dice: «No te vayas.»

                La voz a ti debida (1933)

Para vivir no quiero
islas, palacios, torres.
¡Qué alegría más alta:
vivir en los pronombres!

Quítate ya los trajes,
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
irreductible: tú.
Sé que cuando te llame
entre todas las gentes
del mundo,
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
quién es el que te llama,
el que te quiere suya,
enterraré los nombres,
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te diré:
«Yo te quiero, soy yo».                  

               La voz a ti debida, 1933

Publicado en Literatura, Literatura siglo XX, Narrativa

TEMA 4. Las vanguardias (futurismo, cubismo, surrealismo; Ramón Gómez de la Serna)

A largo de los años veinte se aprecia en la poesía española la influencia de las vanguardias artísticas europeas surgidas en torno a la Primera Guerra Mundial. Suponen una revolución estética que concibe el arte desde una perspectiva experimental y fomenta la libertad creadora del escritor. No tienen un carácter exclusivamente literario sino que se manifiestan en las artes plásticas y afectan, en general a la cultura.

A continuación se muestran ejemplos ilustrativos de varios movimientos vanguardistas.

EXPRESIONISMO

munch_le_cri.gif
E. Munch, El grito (1895). Obra precursora del expresionismo
kirchner-autoportrait
Ernst Kirchner, Autorretrato vestido de soldado, 1915

FUTURISMO

Italian-Futurism-Guggenheim-02
UMBERTO BOCCIONI. La ciudad se levanta, 1910.
Italian-Futurism-Guggenheim-03
GIULIO D’ANNA. El nadador, 1930.

Pedro Salinas, miembro de la Generación del 27, compuso poemas de inspiración futurista en libros como Seguro azar (1928) o Fábula y signo (1931).

CUBISMO

eyJ0eXAiOiJKV1QiLCJhbGciOiJIUzI1NiJ9.eyJpbSI6WyJcL2FydHdvcmtcL2ltYWdlRmlsZVwvZ2lybC1iZWZvcmUtYS1taXJyb3IuanBnIiwicmVzaXplLDEwMDAiXX0.Z0FzPMCx2b5Nlm4Yi4FwDQUQgV17M7UvL-MLWxfv2SY
Pablo Picasso, Mujer ante espejo (1932)
f8
Pablo Picasso, Mandolina y guitarra (1924)

El poeta francés Apollinaire fue el creador del caligrama, que combinaba imagen y palabra como expresión poética.

DADAÍSMO

LAS VANGUARDIAS EN ESPAÑA

Ramón Gómez de la Serna es considerado el artista vanguardista por antonomasia. Su innovadora expresión literaria se refleja también en su actitud vital, como recogen los siguientes documentos.

Pincha en el título para acceder al texto completo de Greguerías.

Para conocer el estilo novelístico de Ramón, te propongo leer algún fragmento de El incongruente: El_Incongruente

Ahora prueba tu ingenio lingüístico, jugando con las greguerías: http://www.todoele.net/literatura_mat/Greguerias2.pdf

CREACIONISMO

Vicente Huidobro, poeta chileno, fue el principal inspirador del Creacionismo. Con estas palabras, planteaba su concepto de poesía en «Non servia», manifiesto creacionista publicado en 1914:

         Si el hombre ha sometido para sí a los tres reinos de la naturaleza, el reino mineral, el vegetal y el animal, ¿por qué razón no podrá agregar a los reinos del universo su propio reino, el reino de sus creaciones?

         El hombre ya ha inventado toda una fauna nueva que anda, vuela, nada, y llena la tierra, el espacio y los mares con sus galopes desenfrenados, con sus gritos y sus gemidos.
Lo realizado en la mecánica también se ha hecho en la poesía. Os diré qué entiendo por poema creado. Es un poema en el que cada parte constitutiva, y todo el conjunto, muestra un hecho nuevo, independiente del mundo externo, desligado de cualquiera otra realidad que no sea la propia, pues toma su puesto en el mundo como un fenómeno singular, aparte y distinto de los demás fenómenos.

Asimismo lo expresa en el siguiente poema:

huidobro1.jpg

Lee, a continuación, otros poemas creacionistas:

lectura_triangulo
paisaje-de-huidobro
helicoptero.jpg

ULTRAÍSMO

El ultraísmo es un ismo propiamente hispánico que recoge los temas de la modernidad relacionados con el futurismo y la concepción creacionista de la poesía como expresión de una nueva realidad. Lee, a continuación, poemas compuestos por Guillermo de la Torre.

Torre-Helices-01
Guillermo de la Torre, «Cabellera»
8db54a1f6c44fb983301c1e9a1b48855
Juan Larrea, «Estanque»

Pincha aquí para leer un curioso poema de Guillermo de la Torre inspirado en la Torre Eiffel.

SURREALISMO

Si quieres acercarte al surrealismo y conocer mejor la obra de Federico García Lorca, te propongo este interesantísimo documental sobre Poeta en Nueva York.

Pincha en título para acceder al texto completo de Poeta en Nueva York, en edición digital del Instituto Cervantes.

Lee otros poemas surrealistas creados por miembros de la Generación del 27:

cernuda2
cernuda 1
Publicado en 2º Bachillerato, Literatura, Literatura siglo XX, Modernismo y 98, Poesía

TEMA  2. La poesía española en el primer tercio del siglo XX (Rubén Darío, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez)

Antonio Machado fue uno de los grandes poetas del primer tercio del siglo XX. Algunos de sus versos son tan reconocibles como los que se leen a continuación:

Pincha el el título de la obra para acceder al resto de los poemas que integran «Proverbios y cantares«, incluidos dentro de una de sus obras más relevantes Campos de Castilla (1912).

Juan Ramón Jiménez fue otro de los poetas relevantes del siglo XX. Leed el poema para comprender su viaje lírico hacia la llamada «poesía pura».

Publicado en 2º Bachillerato, Literatura, Literatura siglo XX, Modernismo y 98, Narrativa

Tema 1. La narrativa española de las primeras décadas del siglo XX (la generación del 98: Unamuno, Azorín, Baroja)

Pincha en el vídeo cuando termines tu lectura de Niebla, si quieres contrastar tu recepción de la obra desde una perspectiva lúdica y comparada. Es curioso, ya verás…

Publicado en Literatura, Uncategorized

Tema 0. Realismo y Naturalismo en la literatura narrativa española

GALDÓS, EL OBSERVADOR INCANSABLE

       "Realismo"
        Al levantar los ojos de aquel libro, 		
	leyó el amanecer en un campo de nubes 		
	que incendiaba la luz. Era el final del viaje, 		
	casi el final de la novela, 		
	un destello de paz y de cansancio, 		
	porque las azafatas 		
	retiraban con prisa las últimas bandejas 		
	del desayuno, 		
	y el avión se acercaba, 		
	sobre las rosas y los crisantemos, 		
	a dos ciudades con el mismo nombre: 		
	Madrid decimonónico 		
	de corralas y brumas de café, 		
	y Madrid desbordado del siglo XXI, 		
	cuando la realidad 		
	traza caminos en el aire 		
	y la ficción 		
	mueve su mano azul a ras de suelo. 		

	Toda la noche oyó correr caballos 		
	porque cruzaba el mar 		
	y había descubierto 		
	gentes de antiguo oficio, 		
	señores de una turbia inconsistencia, 		
	feligreses, busconas y cesantes 		
	en un pasillo largo de viajeros dormidos. 		
	Las calles de Galdós y la penumbra 		
	de los vuelos nocturnos, 		
	la lentitud del aire 		
	a más de mil kilómetros por hora 		
	y el mantón humillado 		
	de la pobre muchacha que quiso ser un ángel. 		

	Las nubes y la luz al confundirse 		
	forman mundos extraños 		
	muy cerca de la yema de los dedos. 		
	La misma paradoja de un nombre y un destino, 		
	la mirada infeliz de Fortunata. 		

	Qué sorprendió sus ojos al borde del vacío, 		
	ya no lo supo nadie. 		
	Fue apenas un segundo 		
	entre la oscuridad y el resplandor, 		
	entre los gritos y el silencio. 		
	El labio de la nada. 		

	Tampoco supo nadie 		
	el misterio de aquella aparición, 		
	un cuerpo entre las víctimas 		
	desconocido por los documentos, 		
	sin tarjeta de embarque, 		
	y con ojos de nieve y de jazmín, 		
	extrañamente limpios en medio de la muerte. 	
       
        Luis García Montero, La intimidad de la serpiente	

Pincha sobre el título de la novela de Galdós, Fortunata y Jacinta, para obtener información complementaria sobre la obra y su versión televisiva.

TEXTOS PARA EL COMENTARIO

1. Lee el principio de La Regenta, de Clarín, uno de los más famosos de la historia de la literatura en castellano, e identifica rasgos propios de la novela realista. Después, redacta un breve texto expositivo en el que presentes dichos rasgos con los ejemplos correspondientes.

La heroica ciudad dormía la siesta. El viento Sur, caliente y perezoso, empujaba las nubes blanquecinas que se rasgaban al correr hacia el Norte. En las calles no había más ruido que el rumor estridente de los remolinos de polvo, trapos, pajas y papeles que iban de arroyo en arroyo, de acera en acera, de esquina en esquina revolando y persiguiéndose, como mariposas que se buscan y huyen y que el aire envuelve en sus pliegues invisibles. Cual turbas de pilluelos, aquellas migajas de la basura, aquellas sobras de todo se juntaban en un montón, parábanse como dormidas un momento y brincaban de nuevo sobresaltadas, dispersándose, trepando unas por las paredes hasta los cristales temblorosos de los faroles, otras hasta los carteles de papel mal pegado a las esquinas, y había pluma que llegaba a un tercer piso, y arenilla que se incrustaba para días, o para años, en la vidriera de un escaparate, agarrada a un plomo.

Vetusta, la muy noble y leal ciudad, corte en lejano siglo, hacía la digestión del cocido y de la olla podrida, y descansaba oyendo entre sueños el monótono y familiar zumbido de la campana de coro, que retumbaba allá en lo alto de la esbelta torre en la Santa Basílica. La torre de la catedral, poema romántico de piedra, delicado himno, de dulces líneas de belleza muda y perenne, era obra del siglo diez y seis, aunque antes comenzada, de estilo gótico, pero, cabe decir, moderado por un instinto de prudencia y armonía que modificaba las vulgares exageraciones de esta arquitectura. La vista no se fatigaba contemplando horas y horas aquel índice de piedra que señalaba al cielo; no era una de esas torres cuya aguja se quiebra de sutil, más flacas que esbeltas, amaneradas, como señoritas cursis que aprietan demasiado el corsé; era maciza sin perder nada de su espiritual grandeza, y hasta sus segundos corredores, elegante balaustrada, subía como fuerte castillo, lanzándose desde allí en pirámide de ángulo gracioso, inimitable en sus medidas y proporciones. Como haz de músculos y nervios la piedra enroscándose en la piedra trepaba a la altura, haciendo equilibrios de acróbata en el aire; y como prodigio de juegos malabares, en una punta de caliza se mantenía, cual imantada, una bola grande de bronce dorado, y encima otra más pequeña, y sobre esta una cruz de hierro que acababa en pararrayos.

2. Lee el texto “El indulto”, de Emilia Pardo Bazán, e identifica en él rasgos propios del Naturalismo. ¿Crees que el tema que trata el cuento es de actualidad? Redacta un texto argumentativo de entre 10 y 15 líneas en el que justifiques tu respuesta.