Publicado en Literatura siglo XX, Novísimos, Poesía

¡SALUD Y POESÍA!

Viernes, 17 de abril de 2020

VICENTE MOLINA FOIX apela a nuestra necesidad vital de contacto con la naturaleza, en este recorrido bucólico por los elementos de un «locus amoenus» propicio a un amor que nace. Durante estas semanas de encierro, hemos estados privados, entre otras cosas, del contacto con el entorno natural. Pensad en qué parajes naturales os gustaría perderos, si recordáis los olores, los sonidos, los colores de vuestro paisaje favorito, donde habéis disfrutado de la naturaleza con vuestra familia o con vuestros amigos. Y describid en vuestros comentarios esas sensaciones guardadas en la memoria.

Arrancar florecillas
del campo
está hecho para nosotros.

Y saltar riachuelos
sin que el salto
nos impida seguir
con la mirada
los deslices plateados
del pez vivo.

Oír la esquila y ver
las nubes bajas
confundidas
con los recién nacidos
del rebaño.

Recostarse a la sombra
del arbolito
que apenas tiene
y observar cómo crecen
las crías de la reina
de las rapaces.

Una naturaleza pequeña
le conviene
a nuestro repentino
y algo escuálido amor.

Vicente Molina Foix (Elche, 1946) fue uno de los poetas que formó parte de la antología Nueve novísismos poetas españoles, publicada por Josep María Castellet en 1970. Aun recortada por la censura y cuestionada por muchos sectores literarios, se convirtió en el impulso para una renovación estética y temática profunda de la poesía española. Los poetas «novísimos» recibieron este sobrenombre por su afán de sustituir el compromiso social y el intimismo de las generaciones líricas previas por el esteticismo, las referencias de la cultura literaria y popular -con particular interés por los mitos del cine, el deporte y la música- así como por la experimentación en las formas poéticas. Su obra supone el punto de partida para la explosión de una lírica sin barreras, al comienzo de la era democrática en la década de 1970.

Molina Foix ha seguido escribiendo poesía hasta la actualidad pero sobre todo se ha convertido en un gran narrador y ensayista. Es frecuente encontrar sus artículos de opinión en periódicos y revistas nacionales.

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¡SALUD Y POESÍA!

Jueves, 16 de abril de 2020

ANTONIO MARTÍNEZ SARRIÓN compone con estos versos un poema titulado «Riqueza». En estos días complejos, en los que escuchamos cómo se debate el mundo entre las prioridades económicas y las sanitarias, ¿qué reflexión te provoca la lectura del texto? ¿Cuál es tu posesión más preciada? ¿Qué riqueza es esencial en nuestro bienestar personal? ¿Compartimos los humanos una jerarquía de valores similar en este sentido?                              

Unos sostienen sus huertos oreados,
sus panales, sus eras y sus viñas,
mas no conocen las fases del mosto.
Yo no te tengo más que a ti.
Otros tienen sus flotas y arsenales
y capean temporales en la Bolsa
durmiendo entre unos brazos mercenarios.
Yo no te tengo más que a ti.

Los demás tienen prisas y negocios
y tratan de llegar pronto a una cita
para que esta demencia continúe.
Yo no te tengo más que a ti.

Antonio Martínez Sarrión, El centro inaccesible: poesía 1967-80

Antonio Martínez Sarrión (Albacete, 1939) fue uno de los poetas que formó parte de la antología Nueve novísismos poetas españoles, publicada por Josep María Castellet en 1970. Aun recortada por la censura y cuestionada por muchos sectores literarios, se convirtió en el impulso para una renovación estética y temática profunda de la poesía española. Los poetas «novísimos» recibieron este sobrenombre por su afán de sustituir el compromiso social y el intimismo de las generaciones líricas previas por el esteticismo, las referencias de la cultura literaria y popular -con particular interés por los mitos del cine, el deporte y la música- así como por la experimentación en las formas poéticas. Su obra supone el punto de partida para la explosión de una lírica sin barreras, al comienzo de la era democrática en la década de 1970.

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¡SALUD Y POESÍA!

Miércoles, 15 de abril de 2020

PERE GIMFERRER también incluyó en su poemario Arde el mar, por el que recibió -con solo 21 años- el Premio Nacional de Literatura en 1966, este intenso poema titulado «Cuchillos en abril». ¿Cómo interpretáis estos versos? ¿Qué pretende expresar el poeta con la serie de metáforas que integran la composición? Comentad cómo os llega su mensaje, a vosotros, que sois esos adolescentes aludidos. ¿Son sus palabras verdaderos «Cuchillos en abril»?

Odio a los adolescentes.
Es fácil tenerles piedad.
Hay un clavel que se hiela en sus dientes
y cómo nos miran llorar.

Pero yo voy mucho más lejos.
En su mirada un jardín distingo.
La luz escupe en los azulejos
el arpa rota del instinto.

Violentamente me acorrala
esta pasión de soledad
que los cuerpos jóvenes tala
y quema luego en un solo haz.

¿Habré de ser, pues, como estos?
(La vida se detiene aquí.)
Llamea un sauce en el silencio.
Valía la pena ser feliz.

                                                                                    Pere Gimferrer, Arde el mar (1966)

Pere Gimferrer (Barcelona, 1945) fue uno de los poetas que formó parte de la antología Nueve novísismos poetas españoles, publicada por Josep María Castellet en 1970. Aun recortada por la censura y cuestionada por muchos sectores literarios, se convirtió en el impulso para una renovación estética y temática profunda de la poesía española. Los poetas «novísimos» recibieron este sobrenombre por su afán de sustituir el compromiso social y el intimismo de las generaciones líricas previas por el esteticismo, las referencias de la cultura literaria y popular -con particular interés por los mitos del cine, el deporte y la música- así como por la experimentación en las formas poéticas. Su obra supone el punto de partida para la explosión de una lírica sin barreras, al comienzo de la era democrática en la década de 1970.

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¡SALUD Y POESÍA!

Martes, 14 de abril de 2020

PERE GIMFERRER escribió estos versos con poco más de veinte años. Como muchos chicos de su generación comenzó a ver el mundo con ojos distintos a través del cine, la música, la literatura, que rompían las lindes de una España que se abría en la década de 1970. Ahora, que palpamos con optimismo el principio del fin de nuestros días de encierro, os invito a leer  «Arde el mar», poema que plasma un sueño de libertad. ¿Cuál es el vuestro? ¿Os imagináis como protagonistas de una aventura más allá de las ventanas del salón o simplemente idealizáis la vuelta a las calles pacenses como si se tratase de una verdadera hazaña? Escribid, expresad aquellas fantasías os permiten franquear vuestras fronteras domésticas.

Oh ser un capitán de quince años
viejo lobo marino las velas desplegadas
las sirenas de los puertos y el hollín y el silencio en las barcazas
las pipas humeantes de los armadores pintados al óleo
las huelgas de los cargadores las grúas paradas ante el
cielo de zinc
los tiroteos nocturnos en la dársena fogonazos un cuerpo
en las aguas con sordo estampido
el humo en los cafetines
Dick Tracy los cristales empañados la música zíngara
los relatos de pulpos serpientes y ballenas
de oro enterrado y de filibusteros
Un mascarón de proa el viejo dios Neptuno
Una dama en las Antillas ríe y agita el abanico de nácar
bajo los cocoteros

                                                                                    Pere Gimferrer, Arde el mar (1966)

*Un capitán de quince años, referencia a la novela homónima de Julio Verne. / **Dick Tracy, personaje de cómic creado por Chester Gould en 1931.

Pere Gimferrer (Barcelona, 1945) fue uno de los poetas que formó parte de la antología Nueve novísismos poetas españoles, publicada por Josep María Castellet en 1970. Aun recortada por la censura y cuestionada por muchos sectores literarios, se convirtió en el impulso para una renovación estética y temática profunda de la poesía española. Los poetas «novísimos» recibieron este sobrenombre por su afán de sustituir el compromiso social y el intimismo de las generaciones líricas previas por el esteticismo, las referencias de la cultura literaria y popular -con particular interés por los mitos del cine, el deporte y la música- así como por la experimentación en las formas poéticas. Su obra supone el punto de partida para la explosión de una lírica sin barreras, al comienzo de la era democrática en la década de 1970.