Publicado en Literatura siglo XX, Poesía

¡SALUD Y POESÍA!

Jueves, 30 de abril de 2020

MIGUEL HERNÁNDEZ hace protagonista de su poema «El niño yuntero» a un pequeño que se ve forzado, por las circunstancias en las que vive, a trabajar desde que es un niño. Mañana, día 1 de mayo, se celebra el «Día del trabajo», como homenaje a todos los hombres y mujeres que lucharon y luchan para conseguir derechos laborales y condiciones justas para los asalariados. ¿Qué te provoca la lectura de este poema? ¿Sabes de casos de niños que deben trabajar para subsistir? ¿En qué condiciones lo hacen? ¿Has conocido situaciones de explotación laboral o de pérdida de derechos en los trabajadores de tu entorno? Encuentra también ejemplos de metáforas o símiles que emplee el poeta para hacer el retrato miserable de su protagonista.

Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.

Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.

Entre estiércol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida.

Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.

Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.

Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.

Trabaja, y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio.

A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.

Cada nuevo día es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.

Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.

Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
revuelve mi alma de encina.

Lo veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.

Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.

¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?

Que salga del corazón
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.

Miguel Hernández, Viento del pueblo (1937)

Miguel Hernández (1910-1942) nació en una familia humilde de Orihuela (Alicante). Se dedicó al pastoreo de cabras desde su niñez pero lo combinó con la lectura de obras clásicas, que le proporcionaba, entre otros, su gran amigo Ramón Sijé. Tras iniciarse poéticamente en su tierra, viajó en la década de 1930 a Madrid, donde fue aceptado en el ya consolidado círculo del 27, cuyos poetas se convertirían para Miguel Hernández en maestros y amigos. En su corta trayectoria publicó varios libros que evolucionan desde la influencia gongorina en Perito en lunas, hasta los poemas de guerra que conforman Viento del pueblo, pasando por poemarios de amor apasionado como El rayo que no cesa.

Miguel Hernández murió enfermo de tuberculosis en la prisión de Alicante, el 28 de marzo de 1942.

Escucha la versión de «El niño yuntero» en la voz de Joan Manuel Serrat.

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¡SALUD Y POESÍA!

Miércoles, 29 de abril de 2020

JORGE DEBRAVO reflexiona también en su poema «Nocturno sin patria» sobre el tema de las fronteras físicas. En sus versos, se plasma la reflexión sobre las fronteras geográficas desde el punto de vista del derecho humano a la tierra, a la supervivencia y a la dignidad por encima de los límites nacionales. ¿Crees que la organización política del mundo en países permite que exista justicia social entre los hombres? ¿Qué propuestas se te ocurren para favorecer la igualdad de acceso a los bienes imprescindibles para los habitantes de la Tierra? ¿Imaginas, en ese sentido, un mundo sin fronteras?

Yo no quiero un cuchillo en manos de la patria.
Ni un cuchillo ni un rifle para nadie:
la tierra es para todos,
como el aire.

Me gustaría tener manos enormes,
violentas y salvajes,
para arrancar fronteras una a una
y dejar de frontera solo el aire.

Que nadie tenga tierra
como tiene traje:
que todos tengan tierra
como tienen el aire.

Cogería las guerras de la punta
y no dejaría una en el paisaje
y abriría la tierra para todos
como si fuera el aire…

Que el aire no es de nadie, nadie, nadie…
Y todos tienen su parcela de aire.

Jorge Debravo (1938-1967) es uno de los poetas más leídos en Costa Rica. De origen humilde, tuvo que colaborar desde niño en las tareas del campo, y solo gracias al apoyo de su maestra de primaria, consiguió una beca para completar el Bachillerato. Su producción poética refleja un profundo humanismo, el afán notable de la lucha por la justicia social y una deliberada sencillez expresiva. Publicó varios libros de poesía a pesar de que murió antes de cumplir los treinta años, en un accidente de tráfico.

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¡SALUD Y POESÍA!

Martes, 28 de abril de 2020

Y seguimos hablando de fronteras, con una propuesta poético musical. El cantautor uruguayo Jorge Drexler incluyó su «Milonga del moro judío» en el álbum ECO de 2004, a partir de un estribillo de Chicho Sánchez Ferlosio. Su texto plantea ( a partir de su experiencia autobiográfica) el conflicto que compartimos en un mundo dividido (y en muchas ocasiones enfrentado) por banderas, razas o creencias. ¿Podemos hacer un mundo mejor si nos fijamos en lo que nos distingue en vez de en lo que nos une? Lee el poema (o escucha la canción, al pie de la entrada) y comparte tus reflexiones. Comenta también qué recursos literarios destacan en la composición de la letra de este tema musical.

Por cada muro un lamento
en Jerusalén la dorada.
Y mil vidas malgastadas
por cada mandamiento.
Yo soy polvo de tu viento
y aunque sangro de tu herida,
y cada piedra querida
guarda mi amor más profundo.
No hay una piedra en el mundo
que valga lo que una vida.

Yo soy un moro judío
que vive con los cristianos,
no sé que Dios es el mío
ni cuales son mis hermanos.

No hay muerto que no me duela,
no hay un bando ganador,
no hay nada más que dolor
y otra vida que se vuela.
La guerra es muy mala escuela
no importa el disfraz que viste,
perdonen que no me aliste
bajo ninguna bandera.
Vale más cualquier quimera
que un trozo de tela triste.

Yo soy un moro judío…

Y a nadie le dí permiso
para matar en mi nombre,
un hombre no es más que un hombre
y si hay Dios, así lo quiso.
El mismo suelo que piso
seguirá, yo me habré ido;
rumbo también del olvido
no hay doctrina que no vaya,
y no hay pueblo que no se haya
creído el pueblo elegido.

Yo soy un moro judío…

Jorge Drexler, Eco (2004)

Jorge Drexler (Montevideo, 1964) es un cantautor uruguayo, hijo de un médico judío que escapó del Holocausto y de una médica española, que recaló en Uruguay durante la dictadura franquista. Vivió en su infancia entre Israel y Uruguay, se formó como médico y ejerció la profesión mientras disfrutaba también de su pasión por la música y la literatura. A mediados de los años 90, viajó a España invitado por Joaquín Sabina y, desde entonces, está afincado en Madrid, dedicado plenamente a la música.

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¡SALUD Y POESÍA!

Lunes, 27 de abril de 2020

En «Límites», Juan Gelman se pregunta quién pone límites a nuestra vida, a nuestra expresión a nuestra forma particular de entender el mundo. ¿De qué límites habla simbólicamente Gelman? ¿Has sentido alguno de ellos? ¿Cuáles son tus límites vitales? ¿Quién los marca? ¿Consideras que son necesarios? ¿Te los saltas o prefieres mantenerlos? ¿Crees que es mejor respetarlos o la rebeldía se hace necesaria en ocasiones?

Comenta las cuestiones, tras la lectura del poema. Trata de contextualizar tus respuestas en tu experiencia vital extensa, aunque puedes hacer referencia también a lo vivido en estas últimas semanas.

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí la sed,
hasta aquí el agua?

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el aire,
hasta aquí el fuego?

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el amor,
hasta aquí el odio?

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el hombre,
hasta aquí no?

Sólo la esperanza tiene las rodillas nítidas.
Sangran.

Juan Gelman (1930-2014) fue uno de los poetas argentinos más relevantes del siglo XX. Durante su vida ejerció también de periodista y traductor. Por su postura ideológica crítica ante la dictadura militar argentina tuvo que vivir en el exilio durante más de una década. También sufrió el drama de los desaparecidos en su familia y, tras una dolorosa búsqueda, pudo conocer a su nieta, que había sido un bebé robado, en el año 2000.

Su producción combina el afán crítico con la reflexión intimista. Son temas constantes en su poética la experiencia cotidiana, la denuncia de la represión política y el aliento de la justicia social.

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¡SALUD Y POESÍA!

Viernes, 24 de abril de 2020

En «La muralla», NICOLÁS GUILLÉN nos propone su visión de un mundo diseñado entre todos. En estos momentos, en los que la solidaridad es incuestionablemente necesaria, ¿te has planteado qué ingredientes necesitamos para construir un lugar común que nos permita recuperarnos de la crisis? Lee con atención los versos de Guillén, encuentra un elemento que incluirías y otro que rechazarías y justifica tu elección, explicando qué mundo estás dispuesto a construir.

Para hacer esta muralla,
tráiganme todas las manos:
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.

Ay,
una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte.

—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—Una rosa y un clavel…
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El sable del coronel…
—¡Cierra la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—La paloma y el laurel…
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El alacrán y el ciempiés…
—¡Cierra la muralla!

Al corazón del amigo,
abre la muralla;
al veneno y al puñal,
cierra la muralla;
al mirto y la hierbabuena,
abre la muralla;
al diente de la serpiente,
cierra la muralla;
al ruiseñor en la flor,
abre la muralla…

Alcemos una muralla
juntando todas las manos:
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte…

Nicolás Guillén, La paloma de vuelo popular (1958)

Nicolás Guillén (1902-1989) fue un poeta cubano convertido en el máximo representante de la corriente poética afroantillana, en la década de 1930, con obras como Motivos del son o Sóngoro Cosongo. Tras participar en los movimientos vanguardistas, se decantó por una expresión poética ligada al folklore y al son de su pueblo, que se plasma en composiciones de marcada musicalidad, inspiradas en sus raíces cubanas. Destaca en su obra la reflexión sobre el mestizaje, como valor latinoamericano, en un contexto social y político en el que se manifiesta la dura opresión recibida por el hombre negro durante siglos.

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¡SALUD Y POESÍA!

Jueves, 23 de abril de 2020

«DÍA DEL LIBRO»

Vuelven a nosotros las palabras de Jaime Gil de Biedma, que cobran un sentido especial en la voz de los que llevamos semanas lejos de nuestros amigos. No encuentro mejor modo de celebrar la poesía que compartiéndola con las personas a las que quiero. Así que hoy es día de leer y de compartir.

Tomaos unos minutos para volver a escucharlas, hacedlo solos o en compañía de los que tenéis cerca, y comentad cómo os ha hecho sentir la lectura diaria de poesía durante este tiempo. ¿Os emociona? ¿Os anima a pensar? ¿Os alienta a expresar vuestros sentimientos?

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¡SALUD Y POESÍA!

Miércoles, 22 de abril de 2020

NICOLÁS GUILLÉN compone «La tarde pidiendo amor», empleando recursos literarios fónicos que los convierten en una composición especialmente pegadiza, sonora y musical. ¿Sois capaces de indentificarlos? ¿Con qué recursos rítmicos propios de la poesía consigue crear ese efecto? ¿A qué estilo musical os imagináis que se adaptaría para poderlo convertir en canción? Y, a vosotros, ¿qué canciones consiguen subiros el ánimo en este confinamiento?

La tarde pidiendo amor.
Aire frío, cielo gris.
Muerto sol.
La tarde pidiendo amor.

Pienso en sus ojos cerrados,
la tarde pidiendo amor,
y en sus rodillas sin sangre,
la tarde pidiendo amor,
y en sus manos de uñas verdes,
y en su frente sin color,
y en su garganta sellada…
La tarde pidiendo amor,
la tarde pidiendo amor,
la tarde pidiendo amor.

No.
No, que me sigue los pasos,
no;
que me habló, que me saluda,
no;
que miro pasar su entierro,
no;
que me sonríe, tendida,
tendida, suave y tendida,
sobre la tierra, tendida,
muerta de una vez, tendida…
No.

Nicolás Guillén, El son entero (1947)

Nicolás Guillén (1902-1989) fue un poeta cubano convertido en el máximo representante de la corriente poética afroantillana, en la década de 1930, con obras como Motivos del son o Sóngoro Cosongo. Tras participar en los movimientos vanguardistas, se decantó por una expresión poética ligada al folklore y al son de su pueblo, que se plasma en composiciones de marcada musicalidad, inspiradas en sus raíces cubanas. Destaca en su obra la reflexión sobre el mestizaje, como valor latinoamericano, en un contexto social y político en el que se manifiesta la dura opresión recibida por el hombre negro durante siglos.

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¡SALUD Y POESÍA!

Martes, 21 de abril de 2020

RUBÉN DARÍO recogió este breve poema -«Amo, amas»- en su obra Cantos de vida y espezanza. En ella se definía como poeta en busca de la libertad, para su voz y para la de los pueblos latinoamericanos. ¿Cómo interpretas su mensaje? ¿Puedes encontrar ejemplos de los recursos literarios que le permiten construir este intensísimo poema?

«Amo, amas»

Amar, amar, amar, amar siempre, con todo
el ser y con la tierra y con el cielo,
con lo claro del sol y lo oscuro del lodo:
Amar por toda ciencia y amar por todo anhelo.
Y cuando la montaña de la vida
nos sea dura y larga y alta y llena de abismos,
Amar la inmensidad que es de amor encendida
¡y arder en la fusión de nuestros pechos mismos!

Rubén Darío, Cantos de vida y esperanza (1905)

Rubén Darío (1867-1916) fue el principal representante del Modernismo hispanoamericano, la primera corriente poética que se exportó desde las colonias hasta España. Sus primeros libros –Azul, Prosas profanas– son magníficos ejemplos de un Modernismo preciosista, sensual en el que aparecen motivos como el cisne o abundantes referencias mitológicas y exóticas. En Cantos de vida y esperanza, se manifiesta su desasosiego vital y su convicción de la lucha política en pro de la verdadera libertad de los pueblos latinoamericanos.

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¡SALUD Y POESÍA!

Lunes, 20 de abril de 2020

GABRIELA MISTRAL recorre en el poema un catálogo de «Besos» en los que se plasman las diversas, infinitas facetas de la relación emocional humana patentes (o implícitas) en el acto de besar. En días en los que el contacto físico, tan propio de nuestra expresión social, familiar, está desaconsejado sanitariamente, nos planteamos si volveremos a vivir estos gestos con normalidad. ¿Qué opinas? ¿Qué te provoca esta limitación del afecto físico? ¿Cómo crees que afecta al ser humano? Selecciona tu beso favorito, de entre los que describe Mistral, y comenta por qué lo has elegido.

Hay besos que pronuncian por sí solos
la sentencia de amor condenatoria,
hay besos que se dan con la mirada
hay besos que se dan con la memoria.

Hay besos silenciosos, besos nobles
hay besos enigmáticos, sinceros
hay besos que se dan sólo las almas
hay besos por prohibidos, verdaderos.

Hay besos que calcinan y que hieren,
hay besos que arrebatan los sentidos,
hay besos misteriosos que han dejado
mil sueños errantes y perdidos.

Hay besos problemáticos que encierran
una clave que nadie ha descifrado,
hay besos que engendran la tragedia
cuantas rosas en broche han deshojado.

Hay besos perfumados, besos tibios
que palpitan en íntimos anhelos,
hay besos que en los labios dejan huellas
como un campo de sol entre dos hielos.

Hay besos que parecen azucenas
por sublimes, ingenuos y por puros,
hay besos traicioneros y cobardes,
hay besos maldecidos y perjuros.

Judas besa a Jesús y deja impresa
en su rostro de Dios, la felonía,
mientras la Magdalena con sus besos
fortifica piadosa su agonía.

Desde entonces en los besos palpita
el amor, la traición y los dolores,
en las bodas humanas se parecen
a la brisa que juega con las flores.

Hay besos que producen desvaríos
de amorosa pasión ardiente y loca,
tú los conoces bien son besos míos
inventados por mí, para tu boca.

Besos de llama que en rastro impreso
llevan los surcos de un amor vedado,
besos de tempestad, salvajes besos
que solo nuestros labios han probado.

¿Te acuerdas del primero…? Indefinible;
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos
y en los espasmos de emoción terrible,
llenáronse de lágrimas tus ojos.

¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso
te vi celoso imaginando agravios,
te suspendí en mis brazos… vibró un beso,
y qué viste después…? Sangre en mis labios.

Yo te enseñé a besar: los besos fríos
son de impasible corazón de roca,
yo te enseñé a besar con besos míos
inventados por mí, para tu boca.

Gabriela Mistral (1889-1957) fue una extraordinaria poeta chilena, que recibió el Premio Nobel de Literatura en 1945. Junto a otras poetas hispanoamericanas -Alfonsina Storni, Juana de Ibarborou, Delmira Agostini- se inició en la corriente posmodernista. Sus composiciones heredan el intimismo y sensibilidad de la generación poética precedente, aun con una expresión más contenidad y sencilla. Fueron siempre temas relevantes en su lírica la reflexión sobre lo cotidiano, el apego a la tierra y la naturaleza americana y el amor, en sus diferentes facetas.

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¡SALUD Y POESÍA!

Viernes, 17 de abril de 2020

VICENTE MOLINA FOIX apela a nuestra necesidad vital de contacto con la naturaleza, en este recorrido bucólico por los elementos de un «locus amoenus» propicio a un amor que nace. Durante estas semanas de encierro, hemos estados privados, entre otras cosas, del contacto con el entorno natural. Pensad en qué parajes naturales os gustaría perderos, si recordáis los olores, los sonidos, los colores de vuestro paisaje favorito, donde habéis disfrutado de la naturaleza con vuestra familia o con vuestros amigos. Y describid en vuestros comentarios esas sensaciones guardadas en la memoria.

Arrancar florecillas
del campo
está hecho para nosotros.

Y saltar riachuelos
sin que el salto
nos impida seguir
con la mirada
los deslices plateados
del pez vivo.

Oír la esquila y ver
las nubes bajas
confundidas
con los recién nacidos
del rebaño.

Recostarse a la sombra
del arbolito
que apenas tiene
y observar cómo crecen
las crías de la reina
de las rapaces.

Una naturaleza pequeña
le conviene
a nuestro repentino
y algo escuálido amor.

Vicente Molina Foix (Elche, 1946) fue uno de los poetas que formó parte de la antología Nueve novísismos poetas españoles, publicada por Josep María Castellet en 1970. Aun recortada por la censura y cuestionada por muchos sectores literarios, se convirtió en el impulso para una renovación estética y temática profunda de la poesía española. Los poetas «novísimos» recibieron este sobrenombre por su afán de sustituir el compromiso social y el intimismo de las generaciones líricas previas por el esteticismo, las referencias de la cultura literaria y popular -con particular interés por los mitos del cine, el deporte y la música- así como por la experimentación en las formas poéticas. Su obra supone el punto de partida para la explosión de una lírica sin barreras, al comienzo de la era democrática en la década de 1970.

Molina Foix ha seguido escribiendo poesía hasta la actualidad pero sobre todo se ha convertido en un gran narrador y ensayista. Es frecuente encontrar sus artículos de opinión en periódicos y revistas nacionales.